Tras el parón de un año a causa de la crisis del Coronavirus, Eurovisión 2021 ha vuelto por la puerta grande.
El festival cosechó una excelente audiencia de 183 millones de personas y un share del 40,5 % entre sus países participantes, lo que supone el doble de la media habitual entre las correspondientes cadenas. La organización destaca además el crecimiento del formato en plataformas online (50,6 millones de usuarios únicos viendo el festival) y su enorme repercusión en redes ((por ejemplo, hubo 5 millones de tuits sobre el festival, con un alcance de 80 millones de visualizaciones).
Destaca la franja de personas de 15 a 24 años, en la que el share asciende al 52,8 %, cuatro veces más que en su franja habitual.
El país que más espectadores aportó fue Alemania, que congregó a 7,8 millones de personas ante la pantalla. En segundo lugar figura el Reino Unido, con 7,4 millones de espectadores. El país anfitrión también se volcó con Eurovisión: la audiencia neerlandesa fue de 5,4 millones (78,5 % de share).
Respecto al país ganador, Italia, los datos obtenidos han sido muy buenos, sobre todo teniendo en cuenta la relación de amo-odio que ha tenido el país translapino con el festival en las últimas décadas. Después de un crecimiento paulatino desde su vuelta en 2011, parece que el festival europeo se está afianzando en Italia, donde 4,3 millones de personas siguieron el triunfo de los Maneskin (24,4 % de share). También destacó la implicación de otros países que acabaron en la parte alta de la tabla: Francia, por ejemplo, aportó 5,5 millones de espectadores que presenciaron cómo Barbara Pravi quedaba segunda (la mejor audiencia para el país galo en la última década).
A pesar del mal puesto obtenido por Blas Cantó España aporta un buen 29,4 % de media y cuatro millones de espectadores. El minuto de oro reunió al 42.6 % de la audiencia y la programación eurovisiva permitió a TVE alcanzar su mejor cuota diaria del año con un 15.9 %
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