Esta tarde se ha producido el primer ensayo de la delegación española, con Blas Cantó a la cabeza, en Eurovisión 2021 que este año se celebra en Paises Bajos.
El murciano ha aparecido en escena a eso de las 19:10 horas junto a sus coristas para comprobar cómo suena ‘Voy a quedarme’ en el gran recinto. Cantó ha hecho gala de una de las cualidades que más pueden jugar a favor de la candidatura, su control sobre la voz, en un inicio ‘a capella’. A medida que avanza la canción, los coros (Alba Gil, Héctor Artiles, Daira Monzón, Irene Alman y Dángelo Ortega) van ganando peso, aunque sin restar brillo al abanderado español.
La puesta en escena diseñada por Marvin Dietmann está planteada por la presencia de una luna muy realista y de 7 metros de diámetro. Dicha luna se convierte en la protagonista de la puesta en escena junto a la figura en solitario de Blas. Además la iluminación se caracteriza por ser excesivamente oscura en ocasiones. Finalmente, la luna se ilumina de rojo. Como curiosidad, el artista español lleva un pendiente con la letra ‘J’, la inicial del nombre de su abuela Joaquina, por la que Blas compuso la canción.
En cuento a los arreglos del tema se ha dado espacio en ciertos momentos porque había partes muy apresuradas. En la segunda parte de la canción se aprecia el cambio es más significativo. Se mantiene el a capela inicial, aunque se alarga y también hay arreglos en la producción, con más percusión.
En cuanto al vestuario ha elegido una camisa y pantalón negro, tal y como ha asegurado en varias ocasiones a los medios de comunicación.
La puesta en escena ha sido criticada por los eurofans, tachándola de simple y poco trabajada.
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